Un comunista en calzoncillos de Claudia Piñeiro

Reseña: Un comunista en calzoncillos

Título:Un comunista en calzoncillos

Autora:Claudia Piñeiro

Género:Narrativo

Subgénero:Novela

Sinopsis: La novela más personal y entrañable de la aclamada escritora argentina Claudia Piñeiro.
En el verano de 1976 una niña —perspicaz, observadora e intuitiva— está lista para dejar atrás la infancia. Su pequeño mundo familiar y suburbano, atravesado por las tensiones del esfuerzo diario y el resentimiento de las ilusiones perdidas, está dominado por una figura central y referente: su papá. Un padre apuesto, a la vez cómplice y ensimismado, que llegado el momento le exigirá una prueba de lealtad. Un comunista en calzoncillos es una novela sobre la infancia, pero también el retrato de una época, una clase y un país. La realidad política en Argentina, que hasta el momento llegaba asordinada a las casas del pueblo y al horizonte infantil, irrumpe en forma de censura, secretos y sospechas. Los grupos se abren en bandos y las familias se parten, la protagonista prueba el sabor de la soledad y por primera vez necesita preguntarse: ¿qué se puede decir?, ¿qué se debe callar? Así, el relato da en el blanco, en el punto justo donde se cruzan la intimidad y la vida social. Y mientras tanto la indómita memoria, que se vuelve tanto hacia el pasado lejano como hacia el presente de la escritora adulta, enciende y apaga los focos del recuerdo en esta novela, la más personal y entrañable de Claudia Piñeiro.

Un comunista en calzoncillos es un libro bello, conmovedor. Creo que antes de entrar en detalles es importante destacar la belleza en la prosa de Claudia Piñeiro que no pierde intensidad nunca, además de la historia que de por sí ya es entrañable. Mi elección de leer Un comunista en calzoncillos no fue para nada azarosa, yo sabía que estaba leyendo a Claudia Piñeiro, la misma que me maravilló con Elena sabe y los cuentos de Quién no, entonces mis expectativas —qué terrible esto de tener expectativas con los escritores— eran altas. No me sorprendió darme cuenta de que el libro iba a superarlas saludándolas con la mano antes de pasar sobre ellas y seguir su camino. 



Este es un libro autobiográfico, o casi autobiográfico, ya que la ficción irrumpe allá donde la memoria se agrieta, o donde la autora quiere que se agriete. Eso se los dejo para que lo descubran en las últimas páginas.
La historia sigue a una niña, casi adolescente de 13 años durante un verano en Argentina, en un barrio de clase media a los alrededores de Buenos Aires. Un verano cualquiera no, el verano del 76. Este detalle es importantísimo para el desarrollo de la historia, la tensión previa a la destitución de Isabel Perón y luego el golpe, son la base y telón de fondo para la trama. Yo dividiría el libro en dos matices de una misma historia: la relación de esta niña con su padre, el comunista en calzoncillos, y el contexto sociopolítico del barrio en los momentos previos y posteriores al golpe.

La niñez en la piscina del club barrial, el deseo de que la temperatura alcance los valores más altos para poder ir a darse un chapuzón es, al principio, de las mayores preocupaciones de la niña protagonista. Otra preocupación: que su padre no sea feliz. Se lo describe como un hombre atractivo, más atractivo que la mujer con la que se casó, infeliz, dedicado a su familia porque no hay más remedio. Siempre intentando negocios que están destinados al fracaso. La figura de este padre viene con un halo de respeto, de misterio, silencio. Es el centro del universo de esa niña en esa casa, su padre es ese que está contra el mundo, contra sus amigas, un ser que se merece más de lo que tiene, pero sabe que lo que tiene es la familia, su misma familia, y la culpa de hacer a su padre infeliz arranca en la novela a despegar hacia algo más. Esta relación de padre e hija se ve media interrumpida por la piscina, por una mujer que se cruza en sus vidas y acapara, o la niña cree que acapara, la atención de su padre. En ese momento la relación se fragmenta, si antes no estaba ya fragmentada, la culpa de la infelicidad de su padre se transforma en un profundo rencor a que el hombre en el que siempre se ha mirado engañe a su madre. Esta historia íntima, intimísima vista desde los ojos de esta niña que está creciendo, también está contenida en la situación del país: comunista es una mala palabra, ella sabe que su papá es o se dice comunista. En el barrio están peleando por el reconocimiento del monumento a la bandera, pelea por la que no están interesados ni
su madre ni su padre. Las amigas le preguntan la razón, ella no contesta. Ser comunista es algo que no termina de entender, pero sabe que no tiene que entenderlo para saber que no tiene que decirlo. La tensión interior entre la inmensidad de esa figura paterna con su hija, la tensión exterior entre el gobierno de Isabelita y los militares, y la tensión en el barrio, por la falta de reconocimiento a un monumento que para esta familia no tiene importancia, crece a lo largo de la novela y se construye un clima que sabemos que es complicado, pero visto desde los ojos de esta niña es confuso. Sus dos mundos, los únicos que conoce, ese del que forma parte puertas para afuera de su casa y ese otro mundo, el de su padre, son opuestos. Dan el golpe, tiene 13, pero entiende que su padre, a pesar de no estar contento con el gobierno de Isabel está menos contento con los militares. Sus amigas están contentísimas. Tiene 13 pero su padre le hace entender que es lo suficientemente grande para darse cuenta de lo que está pasando, y sabrá entonces que ya no puede caminar en el borde de esos dos universos que parecen a punto de colisionar.

Al principio del libro, la autora dice que solo su hermano podrá distinguir qué es ficción y cuáles son sus memorias. A mi me parece que un aviso como este, se impone una lectura más atenta a los guiños a la historia real. Más allá de eso, me parece maravillosa esa voz narrativa que es niña pero también es adulta. Sabemos que es el año 76 y que la protagonista tiene 13, pero también sale a flote la voz
adulta que cuenta el pasado haciendo comentarios sobre hechos que pasaron entonces, comentarios casi sarcásticos sobre la ingenuidad de los pensamientos de ella misma, años atrás. No es una historia compleja, no tiene nada que destacar en cuanto a hechos, y creo que ahí está el porqué de esta reseña. Es un libro bellamente escrito. Es la relación de una niña con su padre en un momento puntual de la historia argentina. Quien entre al libro buscando una crónica de la dictadura, se va a decepcionar. El libro es otra cosa, si se quiere, la crónica de una relación entre la mítica figura paternal del comunista en calzoncillos, y su hija de 13 años que busca entender a quién quiere conformar, si es que quiere conformar a alguien. El colegio, los militares, la figura del general Videla, la celebración solemne alrededor del monumento a la bandera podrían ser esa crónica de dictadura, así como los comentarios del barrio ante un hombre que fue desaparecido por tener un póster del Che en su consultorio, y la tensión antes y después del golpe. Pero destaco además de eso, la figura del padre, tan inmensa, tan cínica de a ratos, tan humana se mantiene indeleble en la memoria.
Ese universo familiar, puertas para adentro, de los abuelos, las peleas, los padres, el hermano, el cuerpo que crece, me pareció precioso. Re re re recomendado. Es inútil negarles que cuando terminé el libro, lloré. Al final del libro, después del epílogo, se habla de los hechos verdaderos, de fotos, de lo que pasó después. No vayan a saltearse esa parte. Es uno de los libros más conmovedores que leí este año.

Les dejo algunas de mis frases favoritas:

“Mientras yo jugaba el ombú, no era necesario mirar el monumento ni a los cóndores. Ni pensar en la patria, ni en el himno, ni en las batallas, ni en los soldados, ni en el templete oculto detrás de las puertas de hierro. Ni siquiera en la bandera. Mi patria era ésa, el ombú de la plaza”.


“Y hacia finales de aquel verano del 76, se le fueron muriendo, una a una, las pocas ilusiones en las que intentaba seguir creyendo”.

“Alguna vez le pregunté a mi madre si de verdad mi padre era comunista, ella me contestó: “Dejalo que se lo crea”. Y el no solo se lo creía, sino que además nos lo recordaba cada vez que podía. Un comunista declarado, enfático pero no practicante, la opción más absurda: correr los riesgos de decirlo sin haber hecho ningún acto heroico que justificase estar en peligro. Ni siquiera pegar un póster en la pared. Un comunista en calzoncillos”.

“Los novelistas mentimos, pero la novela es lo más real que tenemos, no sé si para entender el mundo pero al menos para sentir que el mundo no nos engaña como quisiera. Por eso quien lea esta historia y diga “Esto no fue así” tiene absoluta razón. Sólo fue así en mi cabeza, en ese lugar donde mezclo ficción y realidad, palabras e imágenes, datos y mentiras “.












Biografía de solapa: Claudia Piñeiro nació en el Gran Buenos Aires en 1960. Es escritora, dramaturga, guionista de TV y colaboradora de distintos medios gráficos. Ha publicado las novelas Las viudas de los jueves, que recibió el Premio Clarín de Novela 2005; Tuya (Alfaguara, 2005); Elena sabe, Premio LiBeraturpreis 2010 (Alfaguara, 2007); Las grietas de Jara, Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2010 (Alfaguara, 2009); Betibú (Alfaguara, 2011); Un comunista en calzoncillos(Alfaguara, 2013); Una suerte pequeña (Alfaguara, 2015) y Las maldiciones (Alfaguara, 2017), además de relatos para niños y obras de teatro. Por su obra literaria, teatral y periodística, ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales, como el XII Premio Rosalía de Castro del PEN (Club de Poetas, Ensayistas y Narradores de Galicia), que distingue anualmente la trayectoria literaria de cuatro autores relevantes en lengua portuguesa, castellana, catalana y vasca. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine. Es una de las escritoras argentinas más traducidas a otros idiomas, lo que hace que sus libros sean leídos y disfrutados por miles de lectores en todo el mundo.

 Esto no es una colaboración, pero igualmente les dejo las redes de Me gusta leer para que puedan leer saber dónde conseguir los libros de Claudia Piñeiro:

Comentarios

  1. Pues me ha llamado la atención. La buscaré. Hola, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por mi blog si te apetece. Puedes hacerlo a través de mi perfil. Un abrazo.

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    1. Hola, muchas gracias. Ojalá puedas leer algo de Claudia. Beso.

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  2. Pa. Me mataste con la reseña. Te quedo tan linda pero tan informativa que necesito leer este libro. No he leído a Claudia Piñeiro pero si he visto suficiente de ella en las redes como para saber que me estoy perdiendo de mucho. Así que no dudo que lea esta novela este verano. Muchas gracias por la recomendación linda.

    Nos leemos, besitos ♡

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    1. Pau, te va a recontra gustar esta novelita. Lo firmo ya. Está en Biblioteca país. Un beso, gracias por leer.

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  3. Hola, preciosa. En algún momento voy a tener que leer este libro, a esta autora. Ya es un debe.

    Besotes!

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    1. Hola bella. Sabés que te juzgo no tan en silencio por no haber caído en sus encantos. Besitos

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  4. Me alegra tanto que hayas encontrada a esa autora, me gusta mucho leerte escribir sobre sus historias y su estilo. Obviamente lo leeré, porque confío es tus recomendaciones.

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    1. Me alegra haberla leído, que me la hayan recomendado, y que alguien la lea por mi recomendación también. Bello ciclo. Gracias por leerme, un abrazo.

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