El agente topo: la vejez como otra periferia


El agente topo es uno de los cinco filmes nominados a Mejor documental en los premios Oscar, y esto convierte a Maite Alberdi en la única directora latinoamericana nominada por la Academia (ah, amplitud de horizontes por sobre todo, ¿no?) en esta temporada de premios.

El inicio es confuso: ¿se trata de una ficción o no? Una agencia de detectives busca un hombre de entre 70 y 80 años para llevar a cabo una misión secreta. Somos testigos de la selección de candidatos y del entrenamiento de Sergio Chamy, un hombre de 80 años que acaba de enviudar y está dispuesto a cumplir la misión. La tarea parece simple. Una mujer está preocupada de que su madre esté siendo maltratada en el hogar de ancianos en el que vive, así que él debe infiltrarse para averiguar qué está pasando. Le enseñan todo lo que un espía debe saber: encender la cámara oculta en sus lentes, grabar audios de voz para enviar los reportes, cómo pasar desapercibido.

«Claro que la gente parte de eso, de que es una ficción. Y después se dan cuenta que es real. Y cuando se dan cuenta se da otro nivel de identificación, de empatía y de conexión automática con la historia.» Maite Alberdi para la BBC.

Las reminiscencias al film noir son encantadoras. La trama detectivesca está orientada para lograr captar la esencia del cine negro y trasladar sus arquetipos a una historia que desde el vamos no calza en sus estructuras: Sergio es casi un antidetective y el sujeto a investigar, una abuelita.

«Éramos un equipo súperchiquito tratando de homologar ficciones gigantes, que tienen todos los recursos para hacer esos efectos. Lo nuestro era como la versión real y documental del estereotipo de cómo hacer películas de detectives.»

Lucrecia Martel dijo en una entrevista que la vejez tiene bastante de periferia. Sergio ingresa al hogar en busca signos de negligencia, pero se encuentra con algo acaso peor: la terrible soledad de los residentes. Están al margen de toda posibilidad de ser escuchados. Hay una escena divina en la que Sergio consuela a una de las señoras que está muy angustiada porque de repente no se acuerda de dónde está. La tranquiliza, se sientan juntos en el pasillo y le dice: «lloré nomás, ahí descansa». 

El filme se grabó en Chile, en un hogar de ancianos de la provincia de Talagante. En una entrevista, Alberdi dijo que está esperando que la situación mejore para estrenar oficialmente la película y hacer una alfombra roja con todos los residentes. De antemano comentó que les gustó mucho la película y que, a pesar de no haber estado al tanto de la trama completa, sienten que el documental los representa muy bien.

Si tienen un rato mírenla, es una gran recomendación. Durísima, claro, pero el ojo brillante de Maite capta un montón de historias y las junta en una hora y algo de ternura y dolor. Está disponible en Netflix.

«Y eso es increíble. Creo que la película tiene esa gracia de que, al partir con esta cosa medio graciosa del espía que no le resulta, que es el peor espía del mundo, te lleva a una trama o a una experiencia profunda y dolorosa pero desde una excusa súper liviana y simpática. 

Quizás si te invitaran a ver una película de dos señores mayores abandonados en un hogar nadie la vería, pero desde esta excusa narrativa la gente conecta y el viaje te lleva a otro lugar.»

Espero que estén muy bien. Un abrazo,

Tama.

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